viernes, 2 de mayo de 2014

Chanel: Una firma aferrada a su leyenda.

Las grandes marcas y compañías que acumulan décadas en el mercado tienen, en muchas ocasiones, interesantes historias que contar sobre sus orígenes. 

Suelen ser historias de superación personal, ya que, casi siempre, están unidas a la figura de su fundador. Nos cuentan cómo esa persona, partiendo de un humilde negocio unido a su sueño, fue capaz de crear la gran compañía que ha llegado a ser en la actualidad.

Y aunque ese visionario fundador lleve muchos años criando malvas, resulta cada vez más habitual que la gran compañía que él creó eche mano de su historia para tocarnos el corazoncito y mejorar su imagen entre los clientes. Ya hemos hablado de ello aquí y aquí. Es una de las bases del storytelling publicitario. 

Hay marcas que, incluso, contando con pocos años de vida, son capaces de crear (o más bien adoptar) una historia mucho más antigua que encaje con la imagen que nos pretenden transmitir. También hemos visto un ejemplo

Las hay, como es el caso de Lego, que invierten mucho dinero en contarnos su historia. Sí, sí, he dicho invertir. 

Sin embargo, si hay una marca que ha cuidado su historia, prácticamente desde el principio de su existencia, esa no es otra que Chanel. Tanto la ha cuidado, retocado, edulcorado y envuelto en celofán, que más que de historia, debemos hablar de la Leyenda de Chanel

Gabrielle Bonheur Chanel, Coco para los amigos, tuvo unos orígenes más que humildes. Hija de una lavandera y un vendedor ambulante, Gabrielle vino al mundo en un hospital de caridad, en agosto de 1883. Su madre murió cuando apenas tenía doce años y el padre la metió en un hospicio, junto a sus dos hermanas. También tenía dos hermanos y a ellos el padre los puso a trabajar en el campo. Después, se dio el piro a la francesa.  
Años después, cuando Coco comenzaba a ser una celebridad, intentó "suavizar" los primeros años de su vida, cambiando, por ejemplo, su fecha de nacimiento para argumentar que su madre había muerto cuando ella sólo tenía dos años, en lugar de doce. Su padre se había marchado a América a buscar fortuna y la había dejado al cuidado de unas tías solteronas. Llegó incluso a encargar que le escribieran una biografía, pero eran tantas las trolas que quería introducir que, al final, desechó la idea y no llegó a publicarse.  

Y, en resumidas cuentas, ¿qué más da? Como bien dice Karl Lagerfeld en este vídeo: "Coco era fabricante de leyendas". Lo verdaderamente importante es lo que llegó a ser, partiendo prácticamente de la nada: La máxima figura de la moda femenina del siglo XX y fundadora de un emporio empresarial que llega hasta nuestros días. 

Para conocer la Leyenda de Chanel, deberemos ir primero a su página web
Una vez dentro, encontraréis en la parte de abajo "Inside Chanel". Ahí es donde están los vídeos más interesantes, que nos cuentan la historia de Coco y la de sus creaciones más universales, como el nº5 y la chaqueta. En la versión española de la web, los vídeos están subtitulados. Hay tres capítulos dedicados a recorrer su vida: Coco, Mademoiselle y Gabrielle Chanel. La historia de Coco combinada con la de sus productos: Storytelling en estado puro

La frase que más se repite en los vídeos dedicados a su vida es "Once upon a time". Curioso, ¿no? 

Como muestra, aquí os dejo el vídeo dedicado a Marylin Monroe y el Chanel nº 5.


En total, son diez capítulos que merece la pena ver. 

Sin embargo, oculto en el canal de Chanel de YouTube, como si estuviera fuera de programa, hay otro vídeo que es una auténtica producción cinematográfica. Un corto que nos cuenta la apertura de la primera tienda de sombreros de Gabrielle Chanel en 1913. La produjo el propio Karl Lagerfeld, conmemorando el centenario de la firma. En el papel de Coco, la actriz Keira Knightley. El título: "Once upon a time...".



Aparte de las producciones propias de la firma, sobre la vida de Coco Chanel se han escrito novelas y se han estrenado películas y musicales. En casi todas las ocasiones se ha respetado escrupulosamente la figura de Mademoiselle, pasando por alto los momentos digamos que "menos edificantes" de su historia. Y éstos no son precisamente los de sus orígenes humildes.

Hay testimonios que hablan de su homofobia y antisemitismo. Sin embargo, el apartado más oscuro de la vida de Gabrielle Chanel es el que hace referencia a su coqueteo con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Poco después de la liberación de París, fue llamada a declarar por el comité francés que investigaba a los colaboracionistas. No pasó de ahí la cosa. La intervención personal de Winston Churchill ayudó a que se echase tierra sobre el asunto. Una acusación en firme hubiera salpicado a importantes aristócratas ingleses, que tampoco miraban con malos ojos a los nazis, y que mantuvieron una intensa relación con Coco. Y, por otro lado, los propios franceses tampoco parecían muy interesados en quemar una figura que ya había alcanzado la categoría de icono del país.

Así las cosas, en la actualidad, la empresa que ella fundó y que lleva su apellido como marca, continúa reverenciando a su fundadora. Y como muestra, el nombre con el que han bautizado la última fragancia de la firma: 

COCO Mademoiselle 


Hasta pronto.

domingo, 30 de marzo de 2014

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (X)

(Viene de la entrada anterior)

Antes de continuar con el tema que nos ocupa, será bueno que volvamos unas décadas atrás. 

Es en los 50´s cuando comienzan a nacer las cadenas de televisión en latinoamérica. La larga tradición de los seriales radiofónicos en estos países hace que el género sea adaptado inmediatamente al nuevo medio. Es en Cuba y en Brasil donde surgen las primeras Telenovelas, a principios de la década. Recordemos que TVE comienza sus emisiones 1956 y que aún tendrían que pasar bastantes años para que la "caja tonta" se institucionalice en los hogares españoles. Dicho de otra forma: la moda de la telenovelas aterrizaría en nuestro país con mucho tiempo de retraso. 

Si recordáis los que hayáis seguido esta serie de posts, dos de los seriales radiofónicos de más éxito en España: "Simplemente María" y "Lucecita", emitidos ambos en los 70´s, habían sido con anterioridad telenovelas producidas en Argentina, Brasil, Venezuela... 

Resulta curioso que, mientras nuestra TVE importaba series norteamericanas por quintales, se mostrase refractaria a lo que se hacía en los países hispanohablantes. Hay que apuntar que muchas de estas series norteamericanas nos llegaban ya dobladas desde esos mismos países hispanos, por lo que no parece ser el acento o el uso de vocablos "raros" la causa de tal desprecio. Baste con recordar la célebre frase, escuchada en una de estas series: "Se atoró la cajuela del auto y se quedaron los empaques dentro"

Personalmente, creo que se desconfiaba de la aceptación, por parte de los televidentes españoles, de una interpretación "sobreactuada" de los actores y y de unos diálogos que no encajaban con nuestros gustos. Y no creo que les faltase razón.

Esta especie de maleficio se rompió en 1985, cuando TVE comenzó la programación de una Telenovela, producida en México 6 años antes para Televisa: "Los ricos también lloran".



De la misma época que las Super Soap made in USA, "Los ricos también lloran" no se quedó atrás en los números. Sus 100 capítulos fueron doblados a 25 idiomas y pudieron verse en 150 páises

La familia protagonista, Villarreal, también era propietaria de un rancho aunque, en lugar de estar en Dallas o en Denver, se hallaba situado en Guanajuato. ¡Qué se habían creído los gringos!

La protagonista Verónica Castro alcanzó una gran popularidad por aquellos años. Aquí tenéis la entradilla de la telenovela:



El término "telenovela" fue pronto abandonado y las series melodramáticas que venían del otro lado del atlántico pasaron a ser popularmente conocidas como "culebrones"

A partir del éxito de esta primera serie, se abrió la veda y los culebrones invadieron nuestras pantallas.

A este efecto también contribuyó el hecho de que, desde el gobierno, comenzaran a concederse otros canales de televisión. Primero, las cadenas autonómicas: Euskal Telebista (1983), TV3 (1984), TVG (1985)Canal Sur (1989)TeleMadrid (1989)... A las que siguieron otras.

Y poco después, llegarían las cadenas privadas: Antena3 (1989) y Tele5 (1990).

Con tal proliferación de emisoras, había muchos minutos de programación que cubrir y todas (o casi todas) echaron mano del arsenal de culebrones latinos, programándolos, habitualmente, durante las sobremesas. 

La lista de las telenovelas emitidas en las diferentes cadenas resulta interminable. Hay quien ha tenido el humor y la paciencia de registrar las emitidas por TVE. Podéis encontrarlas aquí.

Por destacar alguna, podemos fijarnos en "Cristal", telenovela venezolana emitida por TVE1 en 1989 y que posee el récord de audiencia en España de para este tipo de series. La autora es una vieja conocida de estos post: la cubana Delia Fiallo, autora también de "Lucecita".

También cabe mencionar a "Yo soy Betty, la fea". De producción colombiana, fue emitida por Antena3 en 2001 en su versión original. La adaptación española llegaría en 2006, de la mano de Tele5 y con el título de "Yo soy Bea". En 2010, "Yo soy Betty, la fea" entró en el Guinness de los Récords como la "Telenovela más exitosa de todos los tiempos".

En los últimos años, los culebrones latinoamericanos han perdido presencia en las cadenas importantes y han pasado a programarse en otras franjas horarias o bien se han trasladado a las parrillas de cadenas que actúan como segundas marcas de las de más audiencia. Tal es el caso de la Siete o Nova.

En 2013, TVE decidió suspender la emisión de culebrones.

Eso no significa que la telenovela como tal haya desaparecido, ni mucho menos. Ocurre simplemente que las de producción española han sustituido a las que vienen del otro lado del charco, en los horarios de máxima audiencia.

Lo veremos en próximos posts.

Hasta pronto. 





domingo, 9 de marzo de 2014

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (IX)

(Viene de la entrada anterior)

Tal y como avanzábamos en la entrada anterior, durante los 60´s y buena parte de los 70´s, las series televisivas de mayor éxito no encajaban en la definición original de las Soap. Series de policías, abogados y comedias de situación eran las preferidas por el gran público. También las novelas seriadas, de las que hemos visto unos cuantos ejemplos. 

Sin embargo, podría decirse que el melodrama, la quintaesencia de las Soap, no pasaba por sus mejores momentos. 

A finales de los 70´s se produce un vuelco inesperado. La CBS emite una miniserie, de tan solo cinco capítulos, producida por Lorimar Televisión. Es tal el éxito obtenido por estos capítulos que, rápidamente, deciden darle a la manivela de fabricar guiones y no paran hasta alcanzar la cifra de 357 episodios emitidos entre 1978 y 1991. Es decir, 14 temporadas.

Por si no lo habéis adivinado, la serie era "Dallas" y fue la primera de las llamadas Super Soap.



Contaba las aventuras y desventuras de la acaudalada familia Ewing, dedicada al petróleo y la ganadería. Algo muy alejado de una familia media normal y, seguramente por eso, la serie se hizo tremendamente popular. 

Su personaje más carismático era el malvado J.R, interpretado por Larry Hagman. La anécdota es que Hagman, en la vida real, tenía que llevar guardaespaldas, ante las múltiples amenazas que recibía por lo malo que era en la ficción.

El actor, fallecido en 2012, aún tuvo tiempo de participar en las dos primeras temporadas de la continuación de la serie, junto a otros de los actores originales. Esta continuación ha comenzado el pasado mes de febrero su tercera temporada en los USA. En España, Antena3 está programando la serie. Aquí tenéis el enlace para la nueva "Dallas".

Y ésta es la entradilla de la serie original.



La segunda de las grandes Soap de la época fue "Dinastía". Se trataba, en realidad, de la respuesta de la cadena ABC al éxito de su competidora, la CBS, con "Dallas".

En este caso, la familia se llamaba Carrington y residía en Denver. Y, como es natural, también se dedicaba al negocio del petróleo. No iba a ser menos.

No alcanzó los números de Dallas, ya que se quedó en las nueve temporadas y los 220 episodios. 

Una prueba de que, en estas series, lo que le molaba al público era tener un malo de referencia es que la popularidad de "Dinastía" no fue para tirar cohetes hasta que no introdujeron el personaje adecuado: Alexis Carrington, encarnado por la actriz Joan Collins. Esto ocurrió durante la segunda temporada.

Aquí tenéis la entradilla de la segunda temporada, en la que ya aparece la Collins



Y para finalizar, vamos con la tercera de las Super Soap en discordia. Se da la circunstancia de que esta última fue más popular en España y otros países europeos que en los propios USA. Y es que a los guionistas no se les ocurrió otra cosa (¡hace falta ser membrillo!) que sustituir el petróleo... ¡Por el vino!

La serie, claro está, es "Falcon Crest". 

Producida, al igual que "Dallas", por Lorimar Televisión, se prolongó durante nueve temporadas y 227 capítulos. Y eso, a pesar de que la familia portagonista: Los Gioberti/Channing no pasaban de ser unos pobretones comparados con los de las dos series anteriores.

Lo que si tenía "Falcon Crest" era su malvada particular: la malísima Angela Channing, personaje interpretado por Jane Wyman, recordada también por haber sido la primera esposa de otro actor poco conocido: Ronald Reagan.

En el reparto, también hay que mencionar a Lorenzo Lamas, pero no por su participación en la serie, sino por haberse convertido poco después en el Rey de las Camas

Y aquí está la entradilla de "Falcon Crest":



La moda de las historias de familias adineradas no terminaría aquí. Es más, sólo fue el comienzo. Pero eso lo veremos en próximas entradas.

Si alguno queréis profundizar en el tema de las Super Soap, hay una web en español dedicado a ellas. Aquí tenéis el enlace.

Hasta pronto.




domingo, 23 de febrero de 2014

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (VIII)

(Viene de la entrada anterior)

A principios de los 80´s se produce un aluvión de grandes series por entregas venidas, sobre todo, de los USA.

Alguna hubo, incluso, que aparte de despertar el interés de los tele-videntes, llegó a remover la conciencia colectiva de la sociedad. Tal fue el caso de "Raíces" que causó gran revuelo entre los americanos, al hacerlos enfrentarse a las crueldades cometidas por sus antepasados blancos en las carnes de sus otros antepasados negros.



Basada en la novela de Alex Haley del mismo nombre, contaba las peripecias de un joven esclavo llamado Kunta Kinte. Comenzaba desde el mismo día de su captura en la costa africana "mientras buscaba madera para fabricar un tambor" y su travesía a Norteamérica en un barco esclavista. Después de pasar por varias generaciones de la familia, la serie terminaba con el propio autor Alex Haley, uno de los descendientes de Kunta Kinte. Esta era la entradilla de la serie:




No menos conmovedora fue otra miniserie americana (constaba tan solo de cuatro capítulos) que pudimos ver por aquellos años: "Holocausto". Narraba los horrores vividos por una familia judía: los Weiss, en la Alemania nazi. Una de las protagonistas estaba encarnada por una joven Meryl Streep.

A pesar de contar con una gran aceptación por parte del público y de haber recibido numerosos premios, la serie fue criticada por algunos supervivientes reales del Holocausto, como el Premio Nobel Elie Wiesel, por considerar esta serie y otras recreaciones dramáticas sobre el mismo tema como una "Trivialización de la memoria".

Aquí podéis recordarla:




Por la misma época, llegó a nuestras pantallas una serie inglesa que supuso una auténtica sorpresa para los encargados de la programación de TVE. Inicialmente emitida por la segunda cadena, ya que se pensaba que pasaría sin pena ni gloria, fue tal su éxito que decidieron reponerla, esta vez sí, en la primera. Nos estamos refiriendo a "Arriba y abajo"

La historia se desarrollaba en interiores, prácticamente en su totalidad. Se trataba de la casa de una familia bien acomodada, en la que en los pisos de arriba vivían los señores y en los sótanos, el personal de servicio. De ahí el título de la serie.
Aun hoy en día, "Arriba y Abajo" es considerada como el mejor ejemplo de cómo puede hacerse una serie de gran calidad, con un presupuesto para pipas.

Constaba de 68 capítulos (4 temporadas) y cubría el periodo histórico que va de 1903 a 1930. Como os podéis imaginar, con todo lo que ocurrió en el mundo durante aquellos años, si te lo contaban sin salir de una casa, la clave debía estar en la fuerza de los diálogos y en la interpretación de los actores. Y, efectivamente, tanto el guión como la puesta en escena eran magníficos.

Aquí tenéis el primer capítulo de "Arriba y abajo":




En 2009, la BBC decidió producir una secuela de la serie, retomando la historia en 1936. Se dividió en dos miniseries de tres y seis capítulos. En ella aparece de nuevo Jean Marsh, en el mismo papel de Rose, que ya interpretase en la serie oginal. Se da la circunstancia de que Marsh, además de actriz, es una de las creadoras de "Arriba y abajo".

En España, hemos podido ver recientemente esta secuela en A3. Aquí os dejo el link oficial para los que estéis interesados:

Y para finalizar, un adelanto de lo que será la próxima entrada. 

No sé si os habéis dado cuenta, pero comenzamos estos post hablando de las Soap Opera en el medio radio y, posteriormente, de su paso a la televisión. Una de las características de las Soap era que sus guiones estaban escritos específicamente para el medio en cuestión. Otra era que tenían un principio, pero no se sabía cuándo iban a llegar al final. Todo dependía de la audiencia. A lo largo de estos posts nos hemos ido saliendo de la filosofía original de las Soap y se ha dado entrada a grandes series por capítulos.

Pues bien, ha llegado el momento de volver a los orígenes porque en la próxima entrada hablaremos de lo que algunos denominan como las 
"Super Soap" 

miércoles, 5 de febrero de 2014

Storytelling en la Super Bowl 2014

Como todos los años por estas fechas en los USA celebran la final de su "fútbol americano" y además, presumen de que es el mayor acontecimiento deportivo del planeta: la Super Bowl. No vamos a entrar en eso. 




Desde luego, lo que sí consiguen es una repercusión planetaria. En todos los noticiarios de nuestras hispanas televisiones hablan del evento, no para comentar cómo están los equipos contendientes (por cierto, ¿cuáles son?), sino para hablar de los anuncios que se emitirán en los descansos y la morterada de millones que se gastan las firmas comerciales, que compiten con ferocidad por los espacios. Nos dicen que los 30 segundos se pagan a unos 4 millones de $. ¡Pero es que hay anuncios de 2 minutos

Las grandes marcas tienen más de un anuncio. Y no es que lo repitan varias veces, ¡qué va! Son anuncios distintos, creatividad distinta y producciones muy elaboradas, en muchos casos.

Como es natural, 2 minutos son demasiado tiempo para contarnos únicamente lo maravilloso que resulta el producto de marras. Incluso 30 segundos se pueden hacer pesados. Solución: el storytelling publicitario

Es tal la expectación que se crea alrededor de la publicidad durante la Super Bowl que hay un concurso en YouTube, en el que podemos ver todos los anuncios y votar al que más nos haya gustado. La votación está abierta desde el 16 de enero y finalizará el 14 de febrero: Ad Blitz

Casi todos los anuncios utilizan, en mayor o menor medida y con más o menos fortuna, el storytelling. Lo de la fortuna está en relación directa con la bondad de la historia que nos cuentan, como siempre. 

Otro detalle que llama la atención es la cantidad de actores famosos que aparecen. Arnold Schwarzenegger Scarlett Johansson, entre otros, aunque sus anuncios no estén entre mis preferidos. Como curiosidad, resulta que el que protagoniza Scarlett, de una marca de soda, lo censuraron porque terminaba con la frase: "Perdón, Coca y Pepsi". Esto no gustó mucho a los organizadores e hicieron cambiar la frase por: "Es que me gusta ayudar a la gente". Es de suponer que el tijeretazo le proporcionará una notoriedad añadida. En Ad Blitz podéis encontrar la versión censored. En este enlace, tenéis la versión uncensored.

He repasado los anuncios y creado, según mi criterio, un hit parade con los que más me han gustado. Un criterio muy subjetivo, claro está. Tendré que esperar hasta que finalice la votación para comprobar si estoy con la mayoría o soy un bicho raro. Aquí los tenéis: 

En primer lugar (The winner is...), la tierna historia de un perrito al que le gustan los caballos. Duración: 1 minuto. Anunciante: al final de todo, nos enteramos de que es la cerveza Budweiser.




La segunda posición la ocupa una de las marcas de coches que copan la Super Bowl. Un padre al volante le cuenta a su hija cómo, cada vez que un Volkswagen llega a las 100.000 millas, a uno de los ingenieros de la fábrica le crecen unas alas de ángel. Duración: 1 minuto.




En tercer lugar, otro de coches. Todo un tributo a Matrix, con el mismísimo Morfeo en el papel estelar. Anunciante: Kia. Duración: Minuto y medio.




Cuarto puesto para H&M y David Beckham. Duración: 30 segundos, aunque se pueden encontrar varias versiones en la web. A su favor, hay que decir que es el que mejor integración transmedia presenta, ya que permite votar en la web de H&M si se quiere que David aparezca cubierto o descubierto.




Quinto lugar. Más de coches y de perros. Con una curiosa aportación: un cruce entre Doberman y Chihuahua, al que han bautizado como Doberhuahua.
Anunciante: Audi. Duración: 1 minuto.




Sexta posición para el desodorante Axe Peace. A propósito del nombre, se montan una superproducción de 1 minuto, en la que el amor triunfa sobre la guerra. Como, dicho así, suena algo ñoño y Axe siempre ha apostado por dar un toque erótico a su publicidad, al final introduce un pequeño detalle golfo, que me ha hecho mucha gracia.




Séptimo y más largo de todos. ¡Se va a los dos minutos! Todo un homenaje al American way of life. Imágenes puramente americanas. Música excelente. Protagonista de excepción: Bob Dylan, al que, por cierto, le están dando más que a una estera por prestarse a hacer el anuncio y rendirse al vil metal. En el lado negativo: se pasa de patriotero. Los coches tiene que ser americanos. ¿Qué es eso de importarlos de Alemania o Japón? Es mucho mejor un Chrysler.




Y para finalizar, uno que, aparentemente está fuera de concurso, ya que no aparece en Ad Blitz. Sin embargo, a mí me encanta. Sobre todo después de haber visto los dos que presenta Coca-Cola, en su sensiblera línea habitual. El de Pepsi, mucho más cañero, es espectacular.




Y eso es todo amigos. Hay otros que no están mal, pero no era cuestión de hacer la lista interminable. Os animo a que elijáis los vuestros.

Hasta pronto.

domingo, 2 de febrero de 2014

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (VII)

(Viene de la entrada anterior)

Durante la segunda mitad de la década de los 70´s, a partir de la muerte de Franco, TVE comienza a producir series basadas en famosas novelas de autores españoles de prestigio. Algunas de ellas hubiera sido difícil que llegasen a ver la luz apenas unos años antes. 

Cronológicamente, la primera en llegar a las pantallas fue La Saga de los Rius. Basada en las novelas de Ignacio Agustí, narraba las peripecias de una familia de la burguesía catalana durante finales del XIX y principios del XX
Podéis verla completa, en catalán, en "rtve a la carta".



Aún más populares fueron las adaptaciones de sendas novelas de Blasco Ibáñez: Cañas y barro (1978) y La Barraca (1979). La producción de todas ellas era más seria que lo que se había visto hasta entonces y que no viniese de otros países. Eran historias muy nuestras y realizadas por los de casa. 
Entre medias, se colaron algunas grandes series extranjeras. Una de las que más huella dejó fue "Yo, Claudio", producida por la BBC y que se emitió en 1977. Estaba basada en dos novelas de Robert GravesContaba, de forma autobiográfica, la historia del emperador romano Claudio y de cómo, siendo cojo, tartamudo y algo sordo, llegó a ocupar tan alto cargo y a ser querido por el pueblo.

Aquí tenéis los dos primeros capítulos de la serie:




No mucho después, nos llegó otra joyita, en esta ocasión desde los USA. Adaptación de la novela homónima de Irwin Shaw, la serie "Hombre rico, hombre pobre" fue un gran éxito en todo el mundo. 

A todos se nos encogía el corazón con las desventuras de Nick Nolte, en el papel de hermano pobre. Pero, sobre todo, si por algo es recordada la serie, es por la aparición del malo, malísimo, que se convirtió en estereotipo y que popularizó la frase: "Eres más malo que Falconetti"

Aquellos que, como yo, vieseis la serie en esos años, seguro que lo recordáis:



"Hombre rico, hombre pobre" también puede encontrarse en Youtube, en versión española.

Y entramos en los 80´s de la mano de más producto nacional. El éxito de las novelas pasadas a la televisión continuó con "Fortunata y Jacinta" (1980), de Pérez Galdós y "Los Gozos y la sombras" (1982), de Torrente Ballester
  • "Fortunata y Jacinta" en la web de rtve.
  • "Los Gozos y las sombras" en la web de rtve.
 Y no podíamos terminar esta entrada sin hablar de la serie de TVE que más veces ha sido repuesta y una de las que más se ha exportado a otros países.
Se trata de "Verano Azul". En esta ocasión, el guión estaba especialmente preparado para la televisión. El padre de la criatura fue Antonio Mercero, que también había dirigido "Crónicas de un pueblo", serie que repasamos en la entrada anterior.

"Verano Azul" fue rodada durante casi año y medio en Nerja. Os recomiendo echar un vistazo a la miniweb que rtve le dedica y, aparte de los capítulos, veáis también las anécdotas y entrevistas. 

Merece la pena recordar la entradilla y su música.




Y esto es todo por ahora. Próximamente, más series.

Hasta pronto.

martes, 28 de enero de 2014

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (V)

(Viene de la entrada anterior)

Aquel 28 de octubre de 1956, día de Cristo Rey, los afortunados españoles que poseían uno de los seiscientos televisores instalados y, además, se encontraban en un radio de unos 60Km. alrededor de Madrid, pudieron disfrutar de los discursos oficiales y una misa, celebrada en los estudios del Paseo de la Habana. Después, el NO-DO y la actuación de Coros y Danzas. La programación habitual comenzaría al día siguiente, aniversario de la fundación de Falange. Como puede verse, la fecha de inauguración de la Televisión Española había sido elegida con esmero. 





Pese a que, durante los primeros años, las horas de emisión eran pocas (de 19h a 24h, aproximadamente) y que de ellas había que quitar las noticias y los programas dedicados al adoctrinamiento político y religioso, los pioneros de la TV en España, consiguieron ir colocando en la parrilla programas de entretenimiento. Gracias a ello, la caja tonta fue instalada en algunas cafeterías de postín y surgió la figura de los "tele-clubs", lugares donde la gente se reunía para ver  lo que les echasen. 

Pronto llegaron los programas de variedades y las series norteamericanas. Una de las que lograron mayor éxito fue "I love Lucy", traducida en nuestra TV como "Te quiero, Lucy". Aquí tenéis un capítulo de la serie.




Según una encuesta que se realizó entre los escasos televidentes que había en la primavera de 1958, el mejor programa para la mayoría fue uno de variedades: La hora Philips, que ha pasado a la historia por ser el primero de este tipo que produjo TVE. En la posición nº 10 del ranking, aparece la serie Los Tele-Rodríguez. Considerada como la primera de producción propia, contaba en capítulos de media hora las peripecias de una familia media española ¡qué tenía televisión!  

No mucho después, llegaría la adaptación del serial radiofónico Diego Valor, para deleite de los más pequeños. Sería interesante poder ver los efectos especiales que se gastaban en TVE, pero me temo que no va a ser posible. Diego Valor comienza a emitirse en abril de 1958. Por aquel entonces, no se disponía de magnetoscopios en nuestra tele. Osease, que los programas no se grababan porque no se podía. TODO se hacía en directo, salvo aquello de lo que se disponía en película cinematográfica, como las series americanas.

Sería interminable tratar de recoger todas las series que se emitieron en nuestra televisión, así es que para mantener la filosofía del título de estos posts: "De la Soap Opera al Culebrón Televisivo", intentaremos centrarnos sólo en aquellas cuyos episodios terminaban con el célebre: Continuará... 

Vamos a ver la programación de TVE de aquel fatídico día 22 de noviembre de 1963, cuando JFK fue asesinado, hecho que ha servido de pretexto para escribir estos posts. (Ver el primer post de la serie).  



Lo más parecido a una Soap que nos encontramos es la Novela, que se emitía durante la sobremesa y duraba 20 minutitos

La emisión de este programa comenzó en 1962 y se extendió hasta 1979. Las novelas se dividían en cinco capítulos que se emitían a diario. Cada semana, una novela nueva.  

Los 60´s son los años del desarrollismo español. Uno no era nadie entre el vecindario si no conducía un seiscientos y tenía televisor en casa. 

En 1964 se llega al millón de receptores y los ingresos por publicidad se disparan. También se inauguran los nuevos estudios de Prado del Rey. ¿En un día cualquiera? ¡De eso nada! El protocolo del régimen elige el 18 de julio, coincidiendo con la celebración de los "25 años de Paz". 

Estas nuevas instalaciones, que se unen a las de Miramar, en Barcelona, incrementan la producción de televisión y hacen posible el lanzamiento de una segunda cadena, TVE2, conocida popularmente como "el UHF". Sus emisiones comenzaron el 15 de noviembre de 1966. A partir también de ese día, se produce un nuevo tipo de discusión familiar, desconocido hasta entonces: la del programa y la cadena que quiere ver cada uno.  

Un año antes del UHF, en octubre de 1965 se estrena en TVE la serie "El Fugitivo". Había a comenzado a emitirse en los Estados Unidos en 1963, pero los episodios finales se emitieron con muy poca diferencia en ambos países. Era tanta la expectación creada que TVE quiso que los españoles conociesen el desenlace poco después que los americanos. Para los que no lo sepáis, el malo es el manco. Si os apetece echar un vistazo al primer capítulo pinchad aquí.



En 1967 llega una de las series españoles de mayor impacto en la época: "¿Es usted el asesino?dirigida y protagonizada por Narciso Ibáñez Menta.
Durante nueve semanas, los españoles vivieron en ascuas, intentando descubrir la identidad del malvado asesino, del que sólo se veía su paraguas en las imágenes. Los que no tenían tele en casa, lo veían en bares o teleclubs.

Os dejo con el primer capítulo de la serie.




Hasta pronto.


Bibliografía:

La Televisión en España 1949-1995. Lorenzo Díaz - Alianza Editorial 1994

Historia de la Televisión. Coleccionable Diario Ya (en pdf)

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (VI)

(Viene de la entrada anterior)

Otra de las series de aquel año 1967, que mantiene en vilo a los españoles desde que acaba un capítulo hasta que comienza el siguiente, una semana más tarde, es "Los invasores". Costaba de 17 capítulos.


Esta serie americana, considerada de culto, aun hoy en día, por los amantes de la ciencia ficción, puede encontrarse completa en YouTube. Una característica muy divertida de los alienígenas era que no podían doblar el dedo meñique. Así es que, cada vez que aparecía en la pantalla un personaje con este defecto, los tele-espectadores contenían el aliento. Desconozco si esa costumbre pija de beber el café con el meñique estirado tiene sus orígenes "Los Invasores".

Aquí tenéis el primer capítulo.




¿Y que se producía mientras tanto en nuestra TVE?

Pues en la España de aquellos tiempos no se daba puntada sin hilo, así es que cuando se decidía hacer una serie de producción propia y guión preparado al efecto, no se dejaba pasar la oportunidad de adoctrinar a la población. Tal fue el caso de Crónicas de un Pueblo, que se emitió entre 1971 y 1974. 



La serie narraba la vida cotidiana en un pueblo ficticio Puebla Nueva del Rey Sancho, donde los protagonistas eran el alcalde, el cura, el Guardia Civil... 
Hay quien dice que la idea partió de López Rodó, mientras otros la atribuyen directamente a Carrero Blanco. Sea como fuere, la serie contó con una gran aceptación popular, lo que motivó su larga permanencia en antena. 

Pueden encontrarse algunos capítulos en rtve.es, en la sección de TV a la carta.

En 1973 nos llega desde los EEUU otra de esas series que marcarán toda una época: Kung-Fu. A lo largo de tres temporadas y 63 capítulos los españoles contemplamos cómo se las gastaba un chino con cara de póquer, único dando patadas y, de paso, aprendimos algo de filosofía oriental. Los gimnasios que enseñaban el arte marcial del mismo nombre hicieron su agosto con la serie. Los chistes del "pequeño saltamontes" y el "maestro Po" causaban furor.

Eran también la época de las películas de Bruce Lee, que murió en 1973. Por unas cosas o por otras, la estética Kung-Fu arrasó en Europa, quizás más que en los EEUU.

Aquí tenéis el episodio piloto:




Pero no todo iban a ser series para adultos, los peques de la casa también tenían derecho a las suyas. Y la más popular llegó del sitio más insospechado hasta la fecha: Japón. Las series de animación japonesas que después invadieron, y aún invaden, las pantallas tuvieron su debut con Heidi

Basada en una novela de la escritora suiza Johanna Spyri, la serie se estrenó en España en 1975. A lo largo de sus 52 capítulos hizo reír y llorar a los niños de entonces. También nos acostumbró a ver esos dibujos (anime) de ojos saltones y boca de rana, tan diferentes de la animación norteamericana que conocíamos hasta entonces.



La serie puede encontrarse en YouTube. Enlace al Cap 1.

Y aquí nos quedamos por ahora. Todavía nos quedan unas cuantas series.

Hasta pronto.

viernes, 10 de enero de 2014

De la Soap Opera al Culebrón Televisivo (IV)

(Viene de la entrada anterior)

Durante la década de los 50´s, los seriales radiofónicos triunfan en España. La aceptación de alguno de ellos, por parte del gran público, es la que determina la audiencia de la emisora que lo programa. 

Radio Madrid, en 1952, llegó a contar con un plantel de sesenta actores, emitiendo hasta ocho radionovelas diarias. Radio Barcelona, Radio España, Radio Bilbao y Radio San Sebastián también tenían su propio cuadro de actores.

La cadena SER era la gran líder de audiencia, gracias sobre todo, a los seriales, la mayoría de ellos escritos por Sautier Casaseca. A lo largo de su vida, Sautier escribió 1.200 seriales y 72 novelas ¡Ahí es nada!

Uno de sus mayores éxitos fue Ama Rosa, que comenzó a emitirse en 1959.
En este enlace tenéis un fragmento sonoro del serial (Pulsar los auriculares bajo la letra A). Pertenece a los recursos online del Ministerio de Educación.

Si os habéis animado a escucharlo, os preguntaréis, sin duda, cómo era posible que nuestros abuelos se tragasen aquello. No hay que rasgarse las vestiduras. Primero, obviamente, eran otros tiempos. La radio ocupaba el lugar de la TV como entretenimiento en los hogares. La lista de cosas sobre las que la censura no permitía escribir, dejaban muy poco margen para florituras.  Con todo y con ello, las "comedias melodramáticas" arrasaban y no hay que restarle ningún mérito a Don Guillermo Sautier por lo que consiguió. 

Y... ¿qué queréis que os diga? Si a un servidor le encadenasen y le diesen a elegir entre escuchar de tirón Ama Rosa o verse una temporada completa de Gran Hermano, probablemente, optaría por lo primero. 



Ama Rosa se convirtió en novela, se estrenó como obra teatral y se adaptó al cine con Imperio Argentina como protagonista.

Sin embargo, cada vez que alguna de las obras de Sautier llegaba al teatro, las críticas eran feroces. Tan feroces, como el éxito de público. ¡Qué cosas!

El penúltimo gran coletazo de los seriales en España fue Simplemente María, con guiones de Sautier, sobre una obra de Celia Alcántara. Se emitió entre 1971 y 1974, llegando a los 501 episodios.

Resulta curioso que Simplemente María primero fuese una telenovela, de la que se produjeron versiones en Argentina (1967), Perú (1969) y Brasil (1970). Pero... ¿qué se programaba en TVE por aquellas fechas? Lo veremos en las próximas entradas. Lo cierto es que en Sudamerica ya se comenzaba a gestar una escuela del culebrón televisivo, enraizada en las radionovelas. 

Y es que no es el único caso en el que sucedió algo parecido: en 1974, la cadena SER comienza emitir la versión radiofónica de Lucecita, de la cubana Delia Fiallo. Sólo en Venezuela, se habían producido con anterioridad dos versiones televisivas: 1967 y 1972.

El éxito de la Lucecita radiofónica fue tremendo. Tanto es así, que la versión cinematográfica se produjo en España. Aquí tenéis el anuncio del estreno, en 1976, y la clasificación moral que tenía dos años después, que continuaba en cartelera. No me he podido resistir a la tentación de incluirla. ¡Lucecita compartiendo clasificación con Historia de O y Emmanuelle! Así estaban las cosas en 1978. 



Hubo, desde luego, otros seriales durante aquellas décadas, que se alejaban del melodrama. Por mencionar algunos:

Policíaco.- Taxi Key de Luis Gossé.

Aventuras.- El Coyote, basado en las novelas de José Mallorquí.

Ciencia Ficción.- Diego Valor, basado en el cómic inglés Dan Dare

Cómica-costumbrista.- Matilde, Perico y Periquín, de Eduardo Vázquez y patrocinado por Cola-Cao.

Y no podemos olvidarnos de La Saga de los Porretas, también de Eduardo Vázquez y que se mantuvo en antena desde 1976 a 1988.

Hasta aquí, la parte radiofónica de esta serie de post. Ya conocemos la historia y sabemos que finalmente "Video killed the Radio Star". Ahora bien, no fue algo que ocurriese de la noche a la mañana y ahí están los éxitos durante los 70´s de algunos de los seriales mencionados.

TVE comienza a emitir el 28 de octubre de 1956. Pero una cosa es emitir y otra que haya alguien al otro lado viendo los programas.

¿Cómo eran aquellas programaciones?

¿Había seriales? ¿Cuándo llegó la primera telenovela?

¡No os perdáis el siguiente capítulo de esta apasionante serie!

Hasta pronto.